Por si nunca lo pensaste, hoy te lo reafirmamos: La felicidad se trabaja. La felicidad plena y sin reservas no se puede alcanzar sin el trabajo interior. Es necesario comprenderse uno mismo. Y para ello podemos tener en cuenta
3 consejos que podemos aplicar diariamente.
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Acepta la realidad y no luches contra ella
La felicidad está directamente relacionada con nuestros pensamientos. De ahí que haya personas que en contextos difíciles sepan ser más felices que otras que teniéndolo todo no consiguen serlo. Poner condiciones a la realidad no nos hace felices. Luchar contra la realidad y perdernos el presente, tampoco.
Dicen que las personas que no se quejan son más felices. Debemos observar nuestras quejas en nuestro propio beneficio para ser más felices. Observa tu queja ¿Cómo te hace sentir? ¿Qué pensamientos la sustentan? Anota estos pensamientos, haz una lista, cuestiónalos.
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No intentes cambiar a los demás
Otro de los grandes errores que cometemos y que nos impiden ser más felices es intentar cambiar a las personas que nos rodean. Si pensamos que alguien 'no debería mentir' o que 'ojalá no hubiese mentido', en ese momento no acepto a esa persona, la queremos cambiar. En cambio si pensamos 'Ella ha mentido. ¿Qué puedo hacer ahora?Somos nosotros los que cambiamos la actitud frente a esa acción.
Decide ser amable, ponerte al servicio de los demás, el contribuir a que este planeta sea un lugar mejor sin esperar nada a cambio es una manera de salir del embelesamiento y es una fuente de felicidad.
Y por último, da las gracias. Muchas veces olvidamos dar las gracias por todo lo que la vida nos da. Y olvidar hacerlo no nos permite apreciar y valorar lo que tenemos, lo que hemos vivido, lo que somos.