El Shiatsu trata al cuerpo en su totalidad, estimulando y favoreciendo su reencuentro con un estado de equilibrio y armonía natural.
A diferencia de otras técnicas de masaje, el Shiatsu trabaja a un nivel más profundo y sutil, teniendo un efecto directo en las funciones metabólicas del cuerpo, en el estado emocional y mental de la persona, además de a nivel estructural.
Además, el Shiatsu tiene capacidad de unificar los distintos planos del ser, y nos ayuda a aumentar nuestro nivel de consciencia, a sentir más y mejor nuestro cuerpo, a conectar con nuestros sentimientos y nuestras necesidades, siendo una herramienta de crecimiento personal.
Se puede recibir una sesión de shiatsu por el simple placer decuidarse y relajarse. O para tratar una molestia específica. En ambos casos aportará beneficios: aumenta la vitalidad, alivia el estrés y la tensión, mejora el rendimiento mental y físico, y refuerza el sistema inmunitario.
Es un efecto positivo que se traslada a todo el organismo, porque cuando nos sentimos sobrepasados por determinadas emociones y circunstancias acaban repercutiendo sobre el funcionamiento de órganos y procesos vitales.
Es un tratamiento integral porque trata y previene al mismo tiempo.
No tiene límite de edad y pueden solicitarlo adultos, niños y adultos mayores, buscando en cada caso un objetivo diferente.
Induce al consultante a realizar una respiración más pausada y profunda, lo que permite una mayor oxigenación y favorece una relajación profunda.
Es muy bueno para los deportistas porque es un masaje integral que trata el cuerpo entero, no solo la parte lesionada, con lo que se consigue un equilibrio general y trata descompesaciones típicas de ciertos deportes como el golf, tenis, paddle...
Hay un aspecto interesante es que mejora la capacidad de concentración lo que es muy importante para los deportistas.
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